Sinaxárion
En este día Domingo, el decimoséptimo del mes de marzo, siendo el cuarto domingo del Triódion, la Santa Iglesia Ortodoxa celebra la conmemoración de la expulsión del primer creado Adán de la dicha del Paraíso.
¡Que el mundo llore amargamente con Adán y Eva! ¡Porque cayó junto con ellos que cayeron por la comida!
Por Tu inefable compasión, oh Cristo Dios nuestro, haznos dignos de la dicha del Paraíso, y ten piedad de nosotros, puesto que eres el Único Amante de la humanidad. Amén.
Kondákion – Plagal del 2
Oh Soberano, Tú que eres Guía hacia la sabiduría y el Dador del entendimiento y la inteligencia, oh Educador de los ignorantes y Auxiliador de los pobres, afirma mi corazón, concédele entendimiento, y dame palabras, oh Verbo del Padre, pues, he aquí, no impediré que mis labios clamen a Ti: “Oh Compasivo, ten piedad de mí, el caído”.
Santo Evangelio según San Mateo [Mateo 6: 14-21]
Dijo el Señor: Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.
Reflexión
Hoy recordamos cuán beneficioso es el ayuno, y cuán destructiva es la insaciabilidad y la transgresión de los mandamientos de Dios, que llevaron a la expulsión y a la privación de las delicias del Paraíso a Adán. Por ello, recordando que hemos caído y que hemos sufrido a causa de esto, seamos diligentes en regresar otra vez al Paraíso mediante el ayuno y la obediencia de los mandamientos divinos, comenzando un ayuno sin enemistades, pidiendo perdón, y reconciliándonos con Dios y los unos a los otros, para así obtener el perdón y volver a la dicha del Paraíso.