La Iglesia ortodoxa conmemora a los santos Pablo de Tebas; Juan el Calivitis; y al santo Mártir Pansofiu
Apolitikio del santo. Modo 4º
Cuando, con fervor, desde la infancia anhelaste al Señor; dejaste al mundo y a los encantos que están en el mundo, y te consagraste virtuosamente al ascetismo; y armaste la choza a la puerta de la casa de tus padres y aplastaste, ¡oh bienaventuradísimo Juan! las trampas de los demonios. Por esto, merecidamente, Cristo te había honrado
Kontakión del periodo. Modo 1°
Tú que santificaste la matriz virginal con tu nacimiento, y bendijiste las manos de Simeón, como era debido, anticipándote ahora también, nos salvaste, ¡oh! Cristo Dios. Más pacifica el régimen en tiempos de guerra y fortalece a los reyes que, has amado, ¡oh! único filántropo.
Lectura Apostólica
Que los fieles se alegren por su gloria
Vers: Canten al Señor un canto nuevo
Lectura de la Epístola del Apóstol Pablo a los Galatas [5:22-26; 6:1-2]
Hermanos, el fruto del Espíritu es: Amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, Mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley. Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias. Si vivimos según el Espíritu, obremos también según el Espíritu. No busquemos la gloria vana provocándonos los unos a los otros y envidiándonos mutuamente. Hermanos, aun cuando alguno incurra en alguna falta, vosotros los espirituales, corregidle con espíritu de mansedumbre, y cuídate de ti mismo, pues también tú puedes ser tentado. Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas y cumplid así la ley de Cristo.
Modo 2ª Salmo 111
Aleluya, (3)
Vers: ¡Dichoso el hombre que teme al Señor, que en Sus Mandamientos mucho se complace!
Aleluya, (3)
(Stíjo) Su justicia permanece por los siglos de los siglos.
Aleluya, (3)
Lectura del Santo Evangelio según Lucas (12:32-40)
Dijo el Señor: «No temas, pequeño rebaño, porque a su Padre le ha complacido darles el Reino a ustedes. Vendan sus bienes y den limosna. Háganles bolsas que no se deterioran y un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón ni la polilla; porque donde esté su tesoro, allí estará también su corazón. Estén ceñidos sus lomos y las lámparas encendidas, y sean como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: en verdad les digo, que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos! Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También ustedes estén preparados, porque en el momento que no piensen, el Hijo del hombre vendrá.»