La iglesia Ortodoxa conmemora en este día Domingo de las Palmas a los santos, Santo apóstol y evangelista Marcos; a san Macedonio, Patriarca de Constantinopla y a la santa Mártir Niki.
Apolitikios de la fiesta. Modo 1°
Oh Cristo Dios, cuando resucitaste a Lázaro de entre los muertos, antes de Tu Pasión, confirmaste la resurrección general. Por esto, nosotros también, como los niños, llevamos los símbolos de la victoria y del triunfo, exclamándote, Oh Vencedor de la muerte: “¡Hosanna en las Alturas, Bendito Él que viene en el Nombre del Señor!”.
Modo 4°
Oh Cristo Dios, cuando fuimos sepultados contigo en el Bautismo; Por Tu Resurrección, hemos sido merecedores de la Vida Inmortal y alabándote exclamamos: “¡Hosanna en las Alturas; Bendito es Él que viene en el Nombre del Señor!”
Kontakión de la fiesta. Modo variable 2°
Oh Cristo Dios, Que en el Cielo estás sentado en el Trono y en la tierra, montando sobre un asno; Habías recibido cánticos de los Ángeles; Y de los niños, una alabanza, exclamando: “Bendito eres Tú, Que vienes para llamar a Adán nuevamente”.
La Epístola
El Prokímenon Tono Cuarto
“¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor!
Vers:¡Dad gracias al Señor, porque es Bueno, porque es eterno Su Amor
Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses [4: 4 – 9]
Hermanos, estad siempre alegres en el Señor; Os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta. Todo cuanto habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros.
Aleluya Modo 1°
Aleluya (3)
Ver: Cantad al Señor un nuevo canto.
Aleluya (3)
Ver: Los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
Aleluya (3)
El Santo Evangelio
Lectura del Santo Evangelio según San Juan [12: 1 – 18]
Seis días antes de la Pascua, Jesús se fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos. Le dieron allí una cena, Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con Él a la mesa. Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume. Dice Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo había de entregar: “¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?” Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella. Jesús dijo: “Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura. Porque pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre me tendréis.” Gran número de judíos supieron que Jesús estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro, porque a causa de él muchos judíos se les iban y creían en Jesús. Al día siguiente, al enterarse la numerosa muchedumbre que había llegado para la fiesta, de que Jesús se dirigía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en Nombre del Señor, Y el Rey de Israel!” Jesús, habiendo encontrado un borriquillo, se montó en él, según está escrito: No temas hija de Sión; mira que viene tu Rey montado en un pollino de asna. Esto no lo comprendieron Sus discípulos de momento; Pero cuando Jesús fue Glorificado, cayeron en la cuenta de que esto estaba escrito sobre Él, y que era lo que Le habían hecho. La gente que estaba con Él cuando llamó a Lázaro de la tumba y le resucitó de entre los muertos, daba testimonio. Por eso también salió la gente a su encuentro, porque habían oído que Él había realizado aquella señal.