La iglesia Ortodoxa conmemora en este día que es el Primer Domingo del Ayuno, celebramos la restitución de los Santos y Venerables Íconos, que tuvo lugar en tiempo de los Reyes de Constantinopla, Miguel y su madre Teodora, en época del Santo Confesor Patriarca Metodio; a San Jacobo obispo, el confesor; san Tomas Patriarca de Constantinopla; a los santos Mártires Filemón y Damián; San Birílu obispo de Catania y a San Serapio de Sidon.
Apolitikion de resurrección Modo variante del 4°
Bajaste de las alturas ¡oh! Misericordioso, te dignaste recibir sepultura por tres días, para liberarnos de las pasiones. ¡Oh! vida y resurrección nuestra, Señor, gloria a Ti.
Apolitikion de la Fiesta Modo 2°
Nos prosternamos ante Tu Purísima Imagen ¡Oh Bondadoso! Suplicándote el perdón de nuestros pecados, ¡Oh Cristo Dios! Porque, por Tu propia Voluntad, aceptaste ascender por el cuerpo, a la Cruz, para salvar de la esclavitud del enemigo a los que Tú habías formado. Por consiguiente, con agradecimiento, Te exclamamos: “Habías llenando a todos de alegría, ¡Oh Salvador! Porque Tú has venido para salvar al mundo.”
Kontakión – Modo variable 4°
Yo soy tu siervo ¡Oh Theotokos! Te canto un himno de triunfo; ¡Oh Combatiente Defensora! Te doy Gracias, ¡Oh liberadora de los pesares! Y como posees un poder invencible, líbrame de todas las desventuras, para que pueda exclamarte: ¡Salve! ¡Oh Novia sin novio!”
La Epístola
El Prokímenon – Tono Cuarto
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres.
Vers: Porque eres Justo en todo lo que nos has hecho.
Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Hebreos [11: 24 – 26, 32 – 40]
Hermanos, Y por la fe, Moisés, siendo ya grande, renunció a ser llamado hijo de la hija del Faraón. El prefirió compartir los sufrimientos del Pueblo de Dios, antes que gozar los placeres efímeros del pecado: consideraba que compartir el oprobio del Mesías era una riqueza superior a los tesoros de Egipto, porque tenía puestos los ojos en la verdadera recompensa. ¿Y qué más puedo decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los Profetas. Ellos, gracias a la fe, conquistaron reinos, administraron justicia, alcanzaron el cumplimiento de las promesas, cerraron las fauces de los leones, extinguieron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada. Su debilidad se convirtió en vigor: fueron fuertes en la lucha y rechazaron los ataques de los extranjeros. Hubo mujeres que recobraron con vida a sus muertos. Unos se dejaron torturar, renunciando a ser liberados, para obtener una mejor resurrección. Otros sufrieron injurias y golpes, cadenas y cárceles. Fueron apedreados, destrozados, muertos por la espada. Anduvieron errantes, cubiertos con pieles de ovejas y de cabras, des provistos de todo, oprimidos y maltratados. Ya que el mundo no era digno de ellos, tuvieron que vagar por desiertos y montañas, refugiándose en cuevas y cavernas. Pero, aunque su fe los hizo merecedores de un testimonio tan valioso, ninguno de ellos entró en posesión de la promesa. Porque Dios nos tenía reservado algo mejor, y no quiso que ellos llegaran a la perfección sin nosotros.
Modo 4ª Salmo 98
Aleluya. (3)
(Stíjo) Moisés y Aarón están entre sus sacerdotes y Samuel entre los que invocan Su Nombre.
Aleluya. (3)
(Stíjo) Invocaban al Señor y Él los oía,
Aleluya. (3)
El Santo Evangelio
Lectura del Santo Evangelio según San Juan (1:44-52)
En aquél tiempo, Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Sígueme». Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encontró a Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret». Natanael le preguntó: «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?». «Ven y verás», le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez». «¿De dónde me conoces?», le preguntó Natanael. Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera». Natanael le respondió: «Maestro, tú eres el hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús continuó: «Porque te dije: «Te vi debajo de la higuera», crees. Verás cosas más grandes todavía». Y agregó: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».