Desde nuestra Parroquia de San Juan El Precursor, en la ciudad de Córdoba.
IV Domingo de Lucas – Santos padres del VII Sínodo Ecuménico
Este domingo 11 de Octubre la iglesia conmemora al Santo Apóstol Filipo y sus siete diáconos; al santo padre Theofanos el confesor; al Santo Mártir Sinaidos; a los Santos Patriarcas de Constantinopla Nectario, Arsaniko y Sisinio; a los trescientos cincuenta santos teóforos y teólogos Padres del Séptimo Sínodo Ecuménico realizado en el año 787 en la ciudad de Nicea.
Evangelio en el Matutino
Lectura del Santo Evangelio según Juan (20:1-10)
El primer día de la semana, María Magdalena fue de madrugada al sepulcro, cuando todavía estaba oscuro, y vio la piedra quitada del sepulcro. Entonces corrió y fue con Simón Pedro y con el otro discípulo a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto.» Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, entró en el sepulcro y vio las vendas en el suelo y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó, pues hasta entonces no habían comprendido que, según la Escritura, Jesús debía resucitar de entre los muertos. Entonces, Los discípulos volvieron a casa.
Apolitikio de Resurrección. Modo 1º
Sellada la piedra por los judíos y mientras los soldados custodiaban tu Cuerpo inmaculado, resucitaste al tercer día, Salvador, regalándole la vida al mundo; por eso las Potestades celestiales te clamaban, ¡oh! Dador de vida: Gloria a tu Resurrección Cristo; gloria a tu Reino; gloria a tu providencia, ¡oh! único filántropo
De los Padres Modo variable 4°
Bendito eres Tú, Oh Cristo Dios nuestro, Que estableciste a nuestro santos Padres, como luminosos astros sobre la tierra; Y por medio de ellos nos guiaste hacia la verdadera fe, Oh Misericordioso, ¡Gloria a Ti
Kondakion del periodo. Modo 2°
Protección de los cristianos invulnerable, intermediación ante el Creador inamovible, no desoigas las voces de súplica de los pecadores; mas adelántate, como bondadosa, a nuestra ayuda, que con fe te clamamos: apresúrate en intercesiones y acude pronto en súplicas; ¡oh! Madre de Dios que proteges a quienes te honran.
Lectura Apostólica
¡Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres
Vers: Porque eres justo en todo lo que nos has hecho.
Lectura de la carta de Pablo a Tito (3:8 – 15)
Tito, hijo mío es cierta la palabra, y quiero asegurarte de estas cosas, a fin de que, los que han creído en Dios, se destaquen en obras buenas. Estas cosas son buenas y beneficiosas a los seres humanos. Evita discusiones necias, genealogías, contiendas y disputas sobre la Ley, pues son inútiles y vanas. Al herético, después de una y otra amonestación, déjalo, sabiendo que éste se ha estrellado y peca, siendo auto-condenado. Cuando te envíe a Artemás o a Tíquico, prepárate para venir a mí a Nicópolis, pues he pensado pasar allí el invierno. Cuida de proveer de todo lo necesario para el viaje a Zenas, el perito en la Ley, y a Apolo, de modo que nada les falte. Que aprendan también los nuestros a preocuparse por las necesidades urgentes, para que no sean unos inútiles. Te saludan todos los que están conmigo. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén.
Aleluya. Modo 4°
Aleluya. (3)
(Stíjo) Oh Dios, nuestros padres nos contaron, y por eso llegó a nuestros oídos, la obra que hiciste antiguamente,
Aleluya. (3)
(Stíjo) tú nos salvaste de nuestros enemigos y confundiste a nuestros adversarios.
Aleluya. (3)
Lectura del Santo Evangelio según Lucas (8: 5-15)
Dijo el Señor la siguiente parábola: El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte de la semilla cayó al borde del camino, donde fue pisoteada y se la comieron los pájaros del cielo. Otra parte cayó sobre las piedras y, al brotar, se secó por falta de humedad. Otra cayó entre las espinas, y estas, brotando al mismo tiempo, la ahogaron. Otra parte cayó en tierra fértil, brotó y produjo fruto al ciento por uno». Y una vez que dijo esto, exclamó: «¡El que tenga oídos para oír, que oiga!». Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola, y Jesús les dijo: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás, en cambio, se les habla en parábolas, para que miren sin ver y oigan sin comprender. La parábola quiere decir esto: La semilla es la Palabra de Dios. Los que están al borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el demonio y arrebata la Palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los que están sobre las piedras son los que reciben la Palabra con alegría, apenas la oyen; pero no tienen raíces: creen por un tiempo, y en el momento de la tentación se vuelven atrás. Lo que cayó entre espinas son los que escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco, y no llegan a madurar. Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a sus constancia. Diciendo estas cosas exclamó: Quien tiene oídos para oír, que oiga.