Desde nuestra Parroquia de San Juan El Precursor, en la ciudad de Córdoba.
En este día 30 de Agosto del 2020, domingo XII de Mateo, la Santa Iglesia Ortodoxa conmemora a los Santos Patriarcas de Constantinopla Alejandro, Juan y Pablo el joven; al venerable y milagroso Padre Fantiu; a los doce Santos Mártires de Thebes y a los seis Mártires de Militini.
Evangelio del Matutino
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. (28:16-20)
En aquel tiempo, los once Discípulos se dirigieron a Galilea al monte donde les ordenó Jesús. Y al verle se prosternaron delante de él, aunque algunos dudaron. Y acercándose Jesús les habló diciendo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Id pues y enseñad a todos las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que observen todo cuanto os he ordenado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días hasta la conclusión del siglo. Amén.
Apolitikio de Resurrección. Modo 3º
Regocíjese lo celestial y alégrese lo terrenal, porque armó su brazo con poder el Señor; pisoteó la muerte con Su muerte; fue el primogénito de los muertos; del vientre del Hades nos libró y proveyó al mundo la gran misericordia.
Apolitikio de Precursor Modo 2°
Memoria de un justo con encomios. Α Τί, Precursor, te bastara el testimonio del Señor; Pues en efecto fuiste destacado como el más venerado entre los Profetas, porque fuiste dignado de bautizar en las corrientes al Predicado y, después de resultar victorioso combatiendo en defensa de la verdad, anunciaste con alegría a quienes estaban en el Hades, a Dios aparecido en carne que, carga con los pecados del mundo y nos provee la gran misericordia.
Kontakión. Modo 4°.
Joaquín y Ana del deshonor de la esterilidad; Adán y Eva de la corrupción de la muerte, fueron liberados, ¡oh! Purísima con tu santo nacimiento; este festeja tu pueblo también, redimido de la culpa de los pecados al gritarte: La estéril da a luz a la Theotokos y nodriza de nuestra vida.
Lectura Apostólica.
Canten a nuestro Dios canten.
Vers: Aplaudan, pueblos todos,2 aclamen a Dios con voces de alegría
Lectura de la Primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios. (15:1-11)
Hermanos, les recuerdo que el Evangelio que yo les he predicado, que ustedes han recibido y a la cual permanecen fieles. Por el son salvados, si lo conservan tal como yo se lo anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano. Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura. Se apareció a Cefas y después a los Doce. Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han muerto. Además, se apareció a Santiago y de nuevo a todos los Apóstoles. Por último, se me apareció también a mí, que soy como el fruto de un aborto. Porque yo soy el último de los Apóstoles, y ni siquiera merezco ser llamado Apóstol, ya que he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no fue estéril en mí, sino que yo he trabajado más que todos ellos, aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios que está conmigo. En resumen, tanto ellos como yo, predicamos lo mismo, y esto es lo que ustedes han creído.
Modo 3ª Salmo 31
Aleluya, (3)
Vers. Yo me refugio en ti, Señor, ¡que nunca me vea defraudado! Líbrame, por tu justicia
Aleluya, (3)
Vers. Sé para mí una roca protectora, un baluarte donde me encuentre a salvo
Aleluya, (3)
El Evangelio
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. (19: 16-26)
En aquel tiempo, un jovencito se acercó a Jesús, arrodillándose delante de Él y diciendo: Buen Maestro, ¿qué cosa buena debo hacer para tener vida eterna? Y Él le contestó: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino uno solo, Dios. Y, si quieres entrar a la vida, cumple los mandamientos. Le dice, ¿Cuáles? Y Jesús le contestó, esos de: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no prestarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo. Le dice el jovencito: Todos estos los he cumplido desde mi juventud, ¿qué más me falta? Le dice Jesús: Si quieres ser perfecto, ve, vende tus pertenencias y dáselas a los pobres, así tendrás tesoros en el cielo, y luego ven y sígueme. Cuando el jovencito escuchó estas palabras se fue con tristeza, pues tenía muchas propiedades. Y, Jesús les dijo a sus Discípulos: De verdad os digo, que un rico difícilmente entrará al reino de los cielos. Y, de nuevo os digo, es más fácil que un cabo pase por el agujero de una aguja, que un rico entre al reino de Dios. Cuando oyeron esto sus Discípulos, se asombraron mucho diciendo: ¿Acaso, quién puede salvarse? Mirándolos Jesús, les dijo: Para los humanos esto es imposible, más para Dios todo es posible”.