La Iglesia recuerda hoy a los 630 teóforos padres que participaron en el IV Concilio Ecuménico de Calcedonia en el año 451. Este Sínodo es de capital importancia para la doctrina dogmática del cristianismo universal -tanto ortodoxa como católica- pues a través de éste se resolvió de una manera precisa, clara y absoluta la problemática del Monofisismo.