VIII Domingo de Mateo
En general los lectores e intérpretes a lo largo del tiempo, han querido ver en la perícopa evangélica de hoy solamente un milagro de la naturaleza y, para resaltar el poder de Jesús como taumaturgo, lo ha denominado multiplicación de panes y peces.
Por mi parte, en la presente, he de interpretar la perícopa evangélica de hoy desde una óptica que supone un alto contenido simbólico. Esto no significa obviar o minimizar el hecho de que el Cristo-Mesías da verdaderamente de comer a los hambrientos. No es de soslayar el matiz filantrópico y más material del evento, de la “teosemia”.