7 de Mayo a las 19:00 hrs. transmisión en vivo de la Vigilia (Ἀγρυπνία-Agripnia), en conmemoración del Apóstol San Juan el Teólogo
En este día se conmemora el milagro que ocurría anualmente en su tumba.
San Juan el Teólogo falleció de muerte natural (el único de los Apóstoles), cerca de los 105 años, durante el reinado de Trajano. Las circunstancias de la muerte del Apóstol fueron inusuales. Juan tomó a siete discípulos, se marchó a las afueras de Éfeso, y les ordenó que cavaran una tumba en forma de cruz. Entonces el anciano descendió a su tumba fue enterrado y durmió pacíficamente.
Algún tiempo después, cuando los fieles abrieron la tumba de Juan no hallaron su cuerpo, sino un polvo en su tumba, este polvo se convirtió en una fuente de curación.
Finalmente, vale la pena mencionar la frase que el apóstol Juan decía constantemente a sus discípulos: «Hijos, ámense los unos a los otros.» Sus discípulos le preguntaban porque, él repetía lo mismo continuamente, a lo que el Apóstol respondía «Este es el mandamiento más importante. Si lo cumplen, van a cumplir toda la ley de Cristo»
Lectura de la 1° epístola de Juan. 1:1-7
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, – pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo. Y este es el mensaje que hemos oído de él y que os anunciamos: Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna. Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos la verdad. Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.
Lectura del Santo Evangelio según Juan. 19:25-28, 21:24-25
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dijo: Éste es el discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito, y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se pusieran por escrito una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran.