Desde nuestra Parroquia de San Juan El Precursor, en la ciudad de Córdoba.
RITUAL DE LAS ROGATIVAS COMUNES A LA SANTÍSIMA THEOTOKOS
ΜΙΚΡΟΣ ΠΑΡΑΚΛΗΤΙΚΟΣ ΚΑΝΩΝ ΕΙΣ ΤΗΝ ΥΠΕΡΑΓΙΑΝ ΘΕΟΤΟΚΟΝ
Algunos himnos del oficio:
Modo 4º.
Acudamos a la Madre de Dios extensamente, pecadores y humildes, y postrémonos con arrepentimiento, clamando desde la profundidad del alma: Señora, ten misericordia de nosotros y socórrenos; apúrate, nos estamos perdiendo por la multitud de nuestras faltas; no rechaces a Tus siervos con las manos vacías; pues Tú eres nuestra única esperanza.
No callaremos jamás, Madre de Dios, anunciando tu poderío, nosotros los indignos, pues si Tú no estuvieras al frente intercediendo ¿quién nos libraría de tantos peligros? Y ¿quién nos conservó libres hasta ahora? No nos apartaremos, Señora, de Ti, pues Tú salvas siempre a tus siervos de todos los males.
Salmo 50
Ten piedad de mí, Dios, según tu gran misericordia y según la multitud de tus conmiseraciones, borra mi iniquidad. Además lávame de mi iniquidad y límpiame de mi pecado. Porque yo conozco mi iniquidad y mi pecado está delante de mí siempre. Sólo contra Ti he pecado y he cometido malicias delante de ti, como para que fueras justificado en tus palabras y vencieras al ser juzgado. Pues, he aquí que fui concebido en medio de iniquidades y mi madre me gestó en medio de pecados. Pues, he aquí, que has amado la verdad; me has manifestado lo ignoto y lo secreto de tu sabiduría. Me rociarás con un hisopo y seré limpio; me lavarás y seré más blanco que la nieve. Me harás sentir regocijo y alegría, se regocijarán mis huesos abatidos. Aparta tu rostro de mis pecados y borra todas mis iniquidades. Construye en mi un corazón limpio, Dios, e inaugura un espíritu recto en mis entrañas. No me deseches de tu presencia y tu Espíritu Santo no retires de mí. Concédeme la alegría de tu salvación y sostenme con un espíritu conducente. Enseñaré a los inicuos tus caminos y los impíos volverán a Ti. Líbrame de sangres, Dios, Dios de mi salvación; se regocijará mi lengua con tu justicia. Señor abrirás mis labios y mi boca anunciará tu alabanza. Porque si hubieses querido un sacrificio, te lo hubiese dado; mas no te complacerán los holocaustos. Sacrificio para Dios es el espíritu contrito; Dios no aniquilará a un corazón contrito y humillado. Señor, beneficia a Sion con tu buena voluntad y se construirán las murallas de Jerusalén. Entonces te complacerá el sacrificio de justicia, la oblación y los holocaustos. Entonces subirán a tu altar becerros.
Modo Variante del 4º. Oda 1ª.
Habiendo atravesado el mar como si fuera tierra firme y huido de la malicia egipcia, el pueblo de Israel clamaba: Alabemos a Dios Redentor.
Asediado por muchas tentaciones, en ti me refugio buscando la salvación; Madre del Verbo y Virgen, sálvame de las adversidades y de los peligros.
Virgen, que trajiste al mundo al Salvador y Dios, te imploro que me libres de los peligros; pues refugiándome en Ti, te elevo mi alma y mi mente.
