Domingo 21 de Febrero a las 11:00 hrs. – NO PRESENCIAL-
La Iglesia ortodoxa conmemora a San Timoteo; al venerable padre Eutathio Patriarca de Antioquia; a San Jorge Obispo de Amastridos; a San Juan, Patriarca de Constantinopla el escolástico; a San Sacarías Patriarca de Jerusalén y en este día el comienzo del Libro del Triodion, recordamos la parábola del Publicano y el Fariseo del santo evangelio de Lucas
Apolitikio de Resurrección Modo 4º
El alegre pregón de la Resurrección escucharon del Ángel las discípulas del Señor y desechando la sentencia primitiva, decían a los Apóstoles jactándose: Fue despojada la muerte, se levantó Cristo Dios, regalándole al mundo la gran misericordia.
Kondakio del periodo Modo 4°.
Huyamos de la soberbia del Fariseo y aprendamos la humildad del Publicano, clamando con suspiros al Salvador: Sénos propicio, ¡oh! único reconciliable (clemente).
La Epístola
Prokimeno Modo 4ª
¡Cómo se han engrandecido tus obras!, Señor; todo en sabiduría has hecho.
Vers: Bendice, alma mía, al Señor: Señor
Lectura de la Segunda Carta de Pablo a Timoteo (3:10-15)
Hijo mío, Timoteo, Tú, en cambio, me has seguido asiduamente en mis enseñanzas, conducta, planes, fe, paciencia, caridad, constancia; En mis persecuciones y sufrimientos, como los que soporté en Antioquía, en Iconio, en Listra. ¡Qué persecuciones hube de sufrir! Y de todas me libró el Señor. Y todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones. En cambio los malos y embaucadores irán de mal en peor, serán seductores y a la vez seducidos. Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste, y que desde niño conoces las sagradas letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús Nuestro Señor.
Aleluya – Modo 4°
Aleluya. (3)
(Stíjo) Con gloria y majestad, avanza triunfalmente; cabalga en defensa de la verdad
Aleluya. (3)
(Stíjo) Amas la justicia y odias la iniquidad.
Aleluya. (3)
EVANGELIO
Lectura del Santo evangelio según san Lucas (18:10–14)
Dijo el Señor esta Parábola: “Dos hombres subieron al Templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: ‘¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias. En cambio, el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!’ Les digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se pondere será humillado; y el que se humille será ponderado.”