La iglesia Ortodoxa conmemora a San Benedicto; al santo Mártir Alejandro de Pidni: a san Evsjimono el confesor Obispo de Lampsaku.
Apolitikio de Resurrección Modo Grave.
Aboliste la muerte con tu Cruz. Abriste el Paraíso al Bandido; transformaste el lamento de las mujeres portadoras de ungüentos, y ordenaste predicar a tus Apóstoles; resucitaste pues, ¡oh! Cristo Dios, proveyendo al mundo la gran misericordia.
Kondakion del periodo Modo variante del 2°.
Conductor de sabiduría, proveedor de cordura, pedagogo de insensatos y defensor de pobres, apuntala y dale sensatez a mi corazón, Señor. Dame tu palabra, ¡oh! Verbo del Padre; pues he aquí que, no impediré que mis labios te clamen: ¡Oh! Misericordioso, ten piedad de mí, el extraviado.
LA EPÍSTOLA
Prokimeno Modo 4ª
Haced votos y cumplidlos al Señor , vuestro Dios
Vers: En Judá Dios es conocido, grande es su nombre en Israel;
Lectura de la carta del Santo Apóstol Pablo a los Romanos 13: 11 – 14:1-4
Hermanos, la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de la tinieblas y revistámonos de las armas de la luz. Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. Revístanse más bien del Señor Jesucristo y no se preocupen de la carne para satisfacer sus concupiscencias. Amparen al que es débil en la fe, sin discutir sus opiniones. Uno cree poder comer de todo, mientras el débil no come más que verduras. El que come, no desprecie al que no come; y el que no come, tampoco juzgue al que come, pues Dios le ha protegido. ¿Quién eres Tú para juzgar al criado ajeno? Que se mantenga en pie o caiga sólo interesa a su amo; Pero quedará en pie, pues Poderoso es el Señor para sostenerlo.
Modo grave
Aleluya, Aleluya, Aleluya.
(Stíjo) Es bueno dar gracias al Señor, Cantar en Tu Honor, ¡Altísimo!
Aleluya, Aleluya, Aleluya.
(Stíjo) Publicar Tu Amor por la mañana, y Tu Fidelidad por las noches.
Aleluya, Aleluya, Aleluya.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo [6: 14 – 21]
Dijo el Señor: «Si ustedes perdonan a los hombres sus ofensas, les perdonará también a ustedes su Padre celestial; pero si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco su Padre perdonará las de ustedes. Cuando ayunen, no pongan cara triste como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad les digo, que ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público. No acumulen tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Acumulen más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben. Porque donde está tu tesoro, ahí está también tu corazón.»