Desde nuestra Parroquia de San Juan El Precursor, en la ciudad de Córdoba.
En este día 9 de Agosto del 2020, noveno domingo de Mateo, la Santa Iglesia Ortodoxa conmemora al santo Apóstol Matías; a los santos mártires Julián, Marciano, Juan, Jacobo, Alexios, Demetrio, Fotios, Pedro, Leo, María la Patricia, Antonino y al piadoso padre Psóis.
Evangelio del Matutino
Lectura del Santo Evangelio según San Juan.
Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban reunidos los discípulos por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «¡La paz sea con ustedes!» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de gozo al ver al Señor, el cual les repitió: «¡La paz sea con ustedes! Como el Padre me envió, así los envío también a ustedes.» Dichas estas palabras, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo: a quienes perdonen sus pecados, les serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.» Tomás, uno de los doce, llamado el mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Le dijeron después los otros discípulos: «Hemos visto al Señor.» Mas él les respondió: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y no meto mi dedo en el agujero de los clavos, y mi mano en la llaga de su costado, no lo creeré.» Ocho días después, estaban otra vez los discípulos reunidos y Tomás con ellos; vino Jesús estando cerradas las puertas, y se puso en medio y dijo: « ¡La paz sea con ustedes!» Luego dijo a Tomás:« Acerca aquí tu dedo y examina mis manos, luego trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente.» Tomás exclamó: «¡Señor mío y Dios mío!» Jesús replicó: «Porque me has visto has creído. Bienaventurados aquellos que sin haberme visto han creído.» Muchas otras señales hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengan vida en su Nombre.
Apolitikion de Resurrección. Modo variante del 4°
Bajaste de las alturas ¡oh! misericordioso, te dignaste recibir sepultura por tres días, para liberarnos de las pasiones. ¡Oh! vida y resurrección nuestra, Señor, gloria a Ti.
Apolitikio de la Fiesta. Modo Grave
¡Cristo Dios! Cuando Te transfiguraste en la montaña; revelaste Tu Gloria a los discípulos según ellos pudieron contemplar. Haz resplandecer Tu Luz Eterna sobre nosotros pecadores; por las intercesiones de la Theotokos; ¡Tú que otorgas la luz, gloria a Ti!
Kondakion. Modo grave.
Te transfiguraste sobre el monte y tus discípulos vieron tu gloria según podían, ¡oh! Cristo Dios, a fin de que cuando te vieran crucificado entendieran la pasión como voluntaria y predicasen al mundo que, Tú eres el resplandor del Padre.
Lectura Apostólica
Haced votos al Señor, vuestro Dios, y cumplidlos.
(Stíjo) Dios es conocido en Judá, Grande es Su Fama en Israel.
Lectura de la Primera Carta del Apóstol Pablo a los corintios. [1ª Corintios 3: 9 – 17]
Hermanos, ya que somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios, edificación de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como buen arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima. ¡Mire cada cual cómo construye! Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo. Y si uno construye sobre este cimiento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, la obra de cada cual quedará al descubierto; la manifestará el Día, que aparecerá con fuego. Y la calidad de la obra de cada cual, la probará el fuego. Aquél, cuya obra, construida sobre el cimiento, resista, recibirá la recompensa. Mas aquél, cuya obra quede abrasada, sufrirá el castigo. Él, no obstante, quedará a salvo, pero como quien escapa del fuego. ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios es sagrado, y vosotros sois ese templo.
Aleluya (3) – Modo variable 4°
Aleluya, Aleluya, Aleluya.
Vers: ¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a Dios nuestro salvador!
Aleluya, Aleluya, Aleluya.
Vers: Entremos en su presencia dándole gracias, aclamándolo con salmos.
Aleluya, Aleluya, Aleluya.
El Evangelio
El Santo Evangelio Según Mateo (14: 22-34)
En aquel tiempo, obligó Jesús a sus Discípulos entrar al barco y adelantarse a él a la otra orilla, hasta que despidiera la multitud. Y luego de despedir a la multitud, subió a la montaña a orar en privado. Llegado el atardecer estaba solo allí, mientras el barco estaba ya en medio del mar, atormentado por las olas, pues el viento era contrario. Siendo la cuarta guardia de la noche fue Jesús a ellos, caminando sobre el mar. Al verlo los Discípulos caminando sobre el mar, se agitaron diciendo que es un fantasma y gritaron de miedo. Y enseguida les habló Jesús diciendo: Tened valor, soy yo, no temáis. Respondiéndole entonces Pedro, dijo: Señor, si eres tú, llámame venir a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y Pedro bajando del barco, caminó sobre las aguas, para llegar a Jesús. Pero viendo el fuerte viendo, tuvo miedo y al comenzar a hundirse, gritó diciendo: Señor, sálvame. Y enseguida Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dice: Hombre de poca fe, por qué dudaste. Y entrando ellos al barco, se calmó el viento. Y los que estaban en el barco, viniendo se prosternaron ante él diciendo: De verdad eres Hijo de Dios. Y luego de cruzar, vinieron a la tierra de Genesaret